lunes, 12 de febrero de 2018

Entrevista a Juan Cabezuelo en Micrófono Abierto



Continuamos con nuestro ciclo de entrevistas en Micrófono Abierto en esta cuarta temporada donde Ana Saavedra entrevista para el mes de Febrero a Juan Cabezuelo, de Barcelona, con la que esperamos acercaros su obra y su talento, así como sus inquietudes.

Juan Cabezuelo (La Verneda, Barcelona. 1975)

*** Biografía ***

Hijo menor de una familia de cinco hermanos, se crió y creció entre las calles del barrio barcelonés de La Verneda, donde desde chaval empezó a sentir cierta curiosidad y admiración por el mundo que le rodeaba, convirtiéndose en un observador de la raza humana y un estudioso de sus vicios y virtudes.

En su edad adolescente encuentra un gran placer en la poesía y la narrativa, que le sirve como evasión en momentos duros. Pero es al descubrir a Charles Bukowski cuando se siente realmente identificado y ve un fiel reflejo de la sociedad en la que vive en sus escritos, despertando la necesidad de expresar sus vivencias, observaciones y fantasías de forma escrita. Elige, ya de joven, la poesía para hacerlo, pero "reconocer, en ciertos barrios y a ciertas edades, que te gusta la poesía, es lo más parecido a salir del armario en el seno de una familia conservadora", así que decide llevarlo con cierta "modestia" hasta que ya en la edad adulta la cosa no tiene marcha atrás.

En la lista de sus autores preferidos -e influencias-, podemos encontrar al ya citado Charles Bukowski, a Leopoldo María Panero, Jack Kerouak, Irvine Wels, Roberto Bolaño, KnutHamsun, Karl Ove Knausgård, ChucPalanhiuk, Raymond Carver, Gregory Corso y John Fante entre otros. Siempre se considerará más lector que escritor.

Empieza a mostrar públicamente su trabajo en el blog LETRAS ENTRE VÍAS, el cual utiliza hoy en día como mero archivador donde cuelga casi todo lo que escribe "sin siquiera pararme a corregirlo -prometo poner orden algún día ahí dentro-". Con el tiempo crea el fanzine mensual digital REFLEXIONES DE UNA CALAVERA MEXICANA el cual coordina y donde un puñado de escritores encuentran un lugar donde expresarse libremente y en el año 2016 por fin una editorial se interesa por un par de sus obras (la novela Hasta el tuétano. Sangre, sudor y orina y el poemario A nadie le importa que sangren las flores), ambas descatalogadas temporalmente en el momento de publicar esta entrevista, y a partir de ahí se puede decir que empieza a intentar a hacerse un hueco en "el mundillo cruel y despiadado que es la Literatura de este país", como la describe el propio Juan. En el 2017 publica, junto a cuatro autores más -Francisco Cazorla, Daniel Aragonés y Diego Torres- el poemario Lenguas de lava, participa en la antología benéfica Diagnóstico ¡Adelante! de Ediciones RGE, en la antología Horror bizarro de la editorial Cthulhu y publica su última novela Cuaderno de soledades gracias al apoyo de Open City.

El estilo de sus obras, según la opinión de ciertos lectores roza el realismo sucio, la sátira, la novela negra y el pulp, siempre con ciertos toques de humor negro, tristeza y melancolía. Le gusta crear personajes humanos y reales con quienes el lector pueda sentirse identificado y crear situaciones que al leerlas puedan decir "¡Coño! Eso me ha pasado a mí".

Actualmente colabora con Open City y su proyecto de lanzar literatura de autores emergentes a esta sociedad tan gris y escribe en una sección llamada Lecturas descompuestas en la revista cultural digital Arte Factor.

*** Entrevista ***

Mucho gusto, Juan Cabezuelo, y bienvenido a Micrófono Abierto de Anaquel Literario. Mi nombre es Ana Saavedra y voy a tener el gusto de hacerte estas preguntas. Comenzamos.

La literatura ha estado en todos los momentos de tu vida, según podemos ver en tu biografía. Me llama la atención, pues señalas varios puntos interesantes. Cómo la sociedad juzga a la gente por escribir poesía, por decirlo siquiera, e inclusive por ser lector. Muchos de los que disfrutamos de la lectura nos hemos sentido así en algún momento de nuestras vidas. ¿Quiénes crees que deberían ser los actores principales en la sociedad para lograr un verdadero cambio y que no se juzgue a un niño con el hábito de la lectura.
La verdad es que los tiempos han cambiado mucho desde que yo era chaval, pero si te digo la verdad, no sé si para bien. Hoy en día es más normal ver a gente leyendo en el transporte público o comprando libros en un gran centro comercial, pero por desgracia eso no quita que todavía te sigan mirando como a un bicho raro cuando se enteran de que te gusta la poesía -y ya no te digo nada cuando reconoces que también te gusta escribirla-. Además a ciertas edades -la pre adolescencia y adolescencia- todavía se puede llegar a perseguir a los jóvenes que reconocen disfrutar de la literatura. Todos te ven como a un niño extraño si prefieres un libro que una pelota de fútbol, por eso que el hábito de la lectura cueste tanto de mantener e influenciar, al final los chicos y chicas prefieren no destacar por miedo al rechazo y la necesidad de pertenecer a una manada, y la mejor forma de pasar desapercibido es comportarse como el resto, aunque eso represente tener que ser infiel a tus principios.
Tampoco ayuda mucho vivir en una sociedad antievolutiva donde cada día retrocedemos cincuenta años culturalmente hablando. Donde se le da más importancia a un futbolista que a un maestro. Una sociedad que premia la ignorancia y la fomenta con programas de televisión que insultan la inteligencia de cualquier ser que se digne a pensar un poco. Un mundo donde si expresas tus ideales libremente se te considera un vándalo o un agitador y si tienes el valor suficiente para expresar tus sentimientos, la reacción de tus semejantes puede rozar la violencia física.
¿Que cómo podemos hacer para que la literatura llegue más lejos o no se margine a un niño porque le guste la poesía? La respuesta es complicada, pero por ejemplo apoyándolos a que sigan haciéndolo y no se avergüencen de ello. Luego sólo hay que esperar a que caiga otro meteorito en la tierra y que la próxima raza de vida inteligente sobre el planeta sepa hacer mejor las cosas.

Te defines más como lector, ¿cuándo fue, o qué acontecimiento en tu vida fue el que te decidió a intentar escribir y que tus textos fueran leídos por otras personas?
Como bien dices, Ana, me considero más lector que escritor, pero antes de lector he sido y soy observador. Me encanta observar al ser humano, con todas sus rarezas, dogmas y costumbres. A veces me imagino a mí mismo como un mero observador de pájaros escondido en una tienda de campaña camuflada con el medio ambiente para pasar desapercibido, pero en vez de observar pájaros y tomar anotaciones acerca de ellos, sencillamente observo a las personas y escribo sobre ellas. Por eso siempre intento dotar de mucha personalidad y humanidad a mis personajes, pues son el fruto de todas mis horas de estudio y observación hacia la raza humana. Una raza, que por cierto, nunca deja de sorprender.

Nos has hablado de tus autores favoritos. Si pudieras elegir una obra de cada uno de ellos, ¿cuál sería?
Elegir tan sólo una obra de mis autores preferidos es tan duro como si tuviera que decir cual de mis hijos es mi favorito, pero vamos a intentarlo…

  1. El Principito de Antoine de Saint-Exupéry.
  2. Peter Pan de James M. Barry.
  3. Poemas de la última noche de la Tierra de Charles Bukowski.
  4. Hambre de KnutHamsun.
  5. Amberes de Roberto Bolaño.
  6. Fantasmas de ChucPalahniuk.
  7. En el camino de Jack Kerouak.
  8. El feliz cumpleaños de la muerte de Gregory Corso.
  9. Poesía completa de Leopoldo María Panero.
  10. Indigno de ser humano de OsamuDazai.
  11. La casa del hambre de DambudzoMarechera.
  12. Mi lucha de Karl Ove Knausgård.
  13. Catedral de Raymond Carver.
  14. La metamorfosis de Franz Kafka.
  15. Pregúntale al polvo de John Fante.
  16. El lobo estepario de Hermann Hesse.
  17. Sórdido de Daniel Aragonés.
  18. Trainspotting de Irvine Welsh.
  19. El camino de Miguel Delibes.
  20. Y cómo no, el primer libro que consiguió mantenerme sentado con las narices pegadas a sus páginas. El señor de los anillos de John R. R. Tolkien.


¿Puedes contarnos cómo es que un chico de Barcelona, termina escribiendo en un Fanzine digital titulado “Reflexiones de una calavera mexicana”, y de paso contarnos en dónde podemos leerlo? (Más allá de que el mundo totalmente conectado une al mundo, a mi como mexicana me da mucha curiosidad y supongo no seré la única) 
Jajajaja, por supuesto. Siempre me han llamado mucho la atención las calaveras de azúcar -aquí en España se las conoce comúnmente como “Calaveras mexicanas”-, me atraen porque por un lado no dejan de tener un lado tétrico y oscuro como calaveras que son, pero por otro tienen todo ese colorido tan llamativo y alegre. Pues los textos que se publican en dicho fanzine son igual, por un lado son serios e intentan abrir los ojos y hacer conscientes a la gente de ciertas cosas, pero por otro lado siempre suelen ir acompañados de cierto sarcasmo y humor. De ahí que se me ocurriera ese nombre para el fanzine, y la verdad, en él encontraréis un buen número de buenos autores.
Podéis echarle un vistazo en: http://rcmfanzine.blogspot.com.es

En esta comunidad nos leen muchos autores emergentes, independientes y que solo en nuestra casa nos conocen (como es mi propio caso). ¿Puedes contarnos acerca de OPEN CITY?
Por desgracia, en el mundillo de la literatura emergente te puedes llegar a sentir muy solo. La indiferencia se vuelve una cruel compañera. Es muy duro tener que luchar por tus obras, evitar editoriales piratas, ignorar a otros autores “iluminados” que se creen con el derecho de pisotear tu trabajo y buscar lectores a cada momento. Open City -para mí-, es una hermandad donde los “nadie” nos ayudamos y apoyamos con nuestras obras en su creación y todo el proceso de promoción.

¿Cuál es tu razón para escribir? Todos tenemos varias razones, la que nos gusta “contestar” cuando se da la oportunidad. Tenemos otra más superficial, y una que guardamos en el alma. Una que en ocasiones ni siquiera estamos dispuestos a decir abiertamente. ¿Cuál es la tuya?
Joder… ¡odio esa pregunta¡ Según lo que respondas puedes quedar como un verdadero gilipollas o un pedante de mucho cuidado. La verdad es que no tengo una razón por la que escribo, lo hago desde hace mucho, eso sí, pero nunca me he parado a pensar en “por qué lo hago” y eso que me lo han preguntado bastantes veces. Supongo que para mí, forma parte de mi vida, algo fisiológico como comer, respirar, dormir, follar o cagar. Me gustaría tener un motivo más “bohemio” o “intelectual” pero no es así, es algo más natural, una necesidad que hay en mí, sin que llegue a controlarme ni yo controlarla a ella.

Cuadernos de soledades, tu más reciente novela parece sacada de un día a día de cualquier sociedad actual. ¿Cómo es que surge la idea de esta novela? ¿Cómo terminas dando vida a los personajes que conforman estas colecciones de historias?
Cuaderno de soledades nace de una forma muy peculiar. Casi cada día que voy a trabajar me encuentro en uno de los pasillos del metro a un hombre que toca la guitarra y canta canciones sobre Dios. Este hombre siempre va acompañado de un perro que duerme a sus pies, junto a la funda de guitarra. Pues a base de pasar días tras días a su lado y fijarme en él comencé a imaginarme qué clase de vida tendría y, poco a poco, empecé a escribir todas esas ideas que se me ocurrían, pero claro, sin darme cuenta empezaron a surgir otros personajes que se cruzaban en su vida y que también pedían tener su propia historia, así que sin apenas darme cuenta me encontré escribiendo una novela llena de personajes con una personalidad muy marcada y una existencia bastante jugosa.
Cuaderno de soledades es una de las obras que más he disfrutado escribiendo, mi intención era crear una novela donde cada uno de sus personajes fuera a su vez protagonista principal -y creo que lo he conseguido-. Si cambiaras de orden los capítulos tendrías la misma historia y todos seguirían siendo protagonistas principales.
Como dato curioso, os diré que sigo cruzándome con ese músico en el metro y no puedo evitar sonreír al pasar a su lado agradeciéndole mentalmente que me haya inspirado esta obra.

Al parecer en esta novela no dejas de lado tu gusto por la poesía e imagino que eso la hace más enternecedora y real. ¿Puedes contarnos cómo es tu método a la hora de escribir? (Me queda claro que no existe ninguno correcto y que cada escritor hace una adaptación de varios. Pero me resulta muy interesante conocer el proceso creativo de nuestros entrevistados, pues siempre se aprende algo)
Como te he dicho antes, Ana, Cuaderno de soledades nació en un pasillo de metro, yo pasaba junto a ese músico y escribía lo que se me ocurría, pero claro, al principio no tenía intención de escribir una novela, tan sólo eran meras anotaciones, así que a veces lo que escribía era en narrativa, otras veces era un poema lo que se me ocurría. Así que cuando fui consciente de que todo ese material estaba tomando forma no pude decidirme entre si escribirlo en narrativa o convertirlo en un poemario. Así que decidí mezclar los dos estilos que ya estaba utilizando y dejar el resultado final en prosa poética.
Como método creativo, no suelo utilizar ninguno en particular, sencillamente pienso y escribo lo que pienso. No soy capaz de marcarme plazos ni métodos. Lo que sí hago es escribir mucho en mi smartphone de camino al trabajo o de vuelta a casa, así que muchas cosas pasan a estar escritas directamente de como las he observado suceder, me gusta llamar a eso “escritura en directo”.

Una pregunta que disfruto hacer es la siguiente: Imaginemos que tu novela será producida en cine, y claro que tienes poder de decisión ante esto, ¿a quién elegirías como director, y protagonistas? (Vale, soñar no cuesta nada y uno nunca sabe)
Puestos a soñar, no me importaría que Alex de la Iglesia la tomase bajo su tutela, pienso que es uno de los mejores directores de cine que existen en España hoy en día. Como actores me da lo mismo, sí que pediría que no fuesen de esos que parecen Topmodel más que actores y actrices. Me gustaría actores con apariencia normal, como cualquier hijo de vecino, con barrigas cerveceras, alopecia, estrías, cicatrices, varices y todas esas imperfecciones que hacen tan perfecto al ser humano.

Cuaderno de Soledades, ¿qué mensaje tratas de mandar con esta novela? ¿Es uno optimista, reflexivo, es un grito desesperado por atestiguar una sociedad que (como decimos los mexicanos) “se la está cargando el payaso”? 
Sobre todo, Cuaderno de soledades es una novela sobre sentimientos. A mí, personalmente, me gusta llamarla “mi pequeña tragedia griega en la Barcelona de los ochenta”. Lo que intento plasmar en esta novela son los sentimientos de soledad, frustración, dolor, decepción, amor, desamor y miedo que todos sentimos en algún momento de nuestras vidas y que nos guardamos para nosotros hasta el punto en que puede llegar incluso a asfixiarnos. Hemos tocado el punto más bajo como raza “inteligente”, vivimos con nuestras caras pegadas a nuestros dispositivos digitales mientras a nuestro alrededor desalojan a personas de sus casas porque no pueden seguir pagándolas, dejamos que los ancianos sean devorados por la más cruel soledad, los jóvenes terminan jodiendo sus vidas porque ya no tienen ni sienten ninguna clase de valor moral, los padres piden que sus hijos tengan más actividades extraescolares para poder trabajar más en vez de pedir trabajar menos para pasar más tiempo con sus hijos y todo eso nos da completamente igual, la verdad es que nos importa todo una puta mierda a no ser que nos suceda a nosotros directamente, así que con Cuaderno de soledades lo que quiero decir es -Eh tú, sí, tú. Hay todo un mundo lleno de personas como tú en él, no estás solo, así que espabila-.


Lecturas descompuestas, qué nombre tan atractivo. ¿Puedes contarnos de qué va?
Lecturas descompuestas es la sección que he empezado a escribir -desde hace unos meses- en la revista digital ARTE FACTOR y donde hablo de los libros que voy leyendo, ya sean de autores emergentes o consolidados, no me gusta hacer diferencias entre ellos, aunque de sobra sé que siempre ayudará más una reseña a una novela de un autor desconocido que no a uno que ya sabe que va a vender cientos de ejemplares por el mero hecho de que su nombre salga escrito en la portada más grande que el título.
Si os interesa, podéis seguir mis “Lecturas descompuestas” en:

La entrevista, tristemente ha llegado a su fin. Gracias por tomarte el tiempo de platicar con nosotros, la verdad que la plática da para extendernos más, pero eso es un gusto que ni en el mundo digital podemos darnos. Te deseo mucho éxito con esta novela y en tus otros proyectos literarios. Anaquel Literario te agradece y esta es tu casa. 
El agradecido soy yo, Ana. Ha sido todo un placer hablar contigo y de todo corazón, gracias por el tiempo y el espacio dedicado.
Tan sólo recordar, por si algún lector está interesado, que mi última novela Cuaderno de soledades”se puede adquirir aquí.

Entrevista: Ana Saavedra

*** Bibliografía ***

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Cuaderno de soledades. Sinopsis.
Alfredo ahoga sus penas y presiones en alcohol. Su gastado matrimonio con Magdalena y la ausencia como padre de Candela marcan su existencia. Magdalena se encuentra dividida entre el amor y la lujuria. Dos hombres marcan su horizonte de sucesos. Candela sufre acoso escolar, soledad y tristeza. Amparito, la joven prostituta, se enamora conociendo las consecuencias. Rafael y su hijo pasan sus días sin pena ni gloria. La Gorda Irma, el Gordo Santiago y su panadería de barrio. El viejo que canta canciones sobre Dios, y su perro. El detestable padre Remigio. Todos ellos partícipes y protagonistas de Cuaderno de soledades, una pequeña tragedia barcelonesa situada en los años ochenta. Una obra que mezcla prosa y poesía. Salvaje en cuanto a emociones. Real como la vida misma. Escrita con una maestría que roza la excelencia existencial. Realismo sucio en estado puro.

Comprar Cuaderno de soledades aquí.

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