viernes, 6 de diciembre de 2019

Micrófono Abierto, María del Pilar Muñoz



María del Pilar Muñoz


Nacida en Pozoblanco (Córdoba), en 1967. Licenciada en Psicología -Especialidad de Psicología Clínica- por la UNED y funcionaria de la Administración General del Estado.
En 2011, irrumpe en el mundo literario con una recopilación de relatos de ficción de corte intimista, «Ellas También Viven. Relatos de Mujer» (Editorial Círculo Rojo), al que sigue la publicación de tres novelas: «Los colores de una vida gris» (Amazon - abril de 2014), «¿A qué llamas tú amor?» (Editorial Palabras de Agua - octubre de 2014) y «Un café a las seis» (Amazon - julio de 2017).

En octubre de 2015, se alza como ganadora del Concurso de Post Solidarios 2015, organizado por la Fundación Mutua Madrileña con motivo de los III Premios al Voluntariado Universitario, con el relato de ficción «Algo más que un buen amigo», publicado --entre otros medios-- en el blog literario que administra y en agosto de 2018, gana el primer premio del IV concurso de relato corto organizado por la Cofradía de la Virgen del Rosario y Gracia de Paracuellos (Cuenca) con el relato «La coartada» . A lo largo de 2015 y 2016 ha formado parte de diversas antologías de relatos y microrrelatos: «Divergentes --20 miradas sobre Pedroche--», editado por el Excmo. Ayuntamiento de Pedroche (Córdoba); «Sensaciones y sentidos II» (Diversidad literaria), «Porciones del alma» (Diversidad literaria), «Deseo eres tú» (Kelonia Editorial), «La librería más bonita del mundo» (Editorial Playa de Ákaba), «Kilómetro Cero», editado por el Excmo. Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba y «Un cuatro de febrero» (Amazon - Antología de relatos solidaria).
En julio de 2018, publica su cuarta novela, «Aquello que fuimos» (Amazon), con la que gana el Premio Literario Amazon 2018, obra que ha sido reeditada por Amazon Publishing Editorial en septiembre de 2019.




SEMBLANZA LITERARIA

Escribo desde pequeña. A lo largo de toda mi vida he estado escribiendo ficción y no ficción, aunque no haya sido consciente de ello y de lo que suponía para mí hasta hace relativamente poco tiempo. Siempre he sido una amante de la psicología humana, del estudio de las relaciones sociales y afectivas, del comportamiento de los seres humanos ante la vida en general y eso me ha llevado a observar y analizar mucho de cuanto acontece a mi alrededor. Descubrí que la Literatura podía ser un medio precioso para canalizar todo esto, para concienciar y hacer reflexionar en torno a todos estos aspectos de nuestra existencia y de nuestra vida cotidiana, entreteniendo a la vez. De ahí que comenzara a unir ambas facetas, mi pasión por la escritura y la pasión por la Psicología, aunándolas en cada una de mis obras. Puedo decir, por tanto, que además jugar con los elementos propios de la Literatura para entretener, intrigar y hacer disfrutar, también procuro transmitir y remover (incluso, sacudir al lector) a través de las emociones y de las situaciones que planteo, siendo esto el verdadero leitmotiv de todo lo que escribo, tanto en novela como en relato.


PREGUNTAS

Bienvenida a esta sección de “Micrófono Abierto” es un gusto tenerte con nosotros y platicar sobre tus obras, para conocerte y aprender de ti. Comenzamos.




Podrías contarnos la anécdota más lejana que recuerdes sobre ti y tu incursión en la escritura.
Cuando era pequeña (9 o 10 años), inventaba cuentos, los escribía en varias páginas e ilustraba cada pasaje, le hacía una portada de cartulina con otro dibujo en ella, el título del cuento y mi nombre como autora y lo grapaba todo, a modo de cuadernillo. Llegué a tener una buena colección. Creo que, sin saberlo, ya era una precursora de la autoedición.

¿Qué papel ha jugado la literatura en niñez y adolescencia? y ¿cómo crees que se ha alimentado el mismo, a lo largo de los años?
La literatura ha estado siempre muy presente en mi vida sin que yo fuera plenamente consciente de ello; en sus dos facetas, además, lectura y escritura. En la niñez, trataba de imitar el estilo de los cuentos que leía, creando otros de mi invención. Posteriormente fueron relatos, y en la juventud, además de alguna incursión en la poesía (en esa etapa de romanticismo en la que una pierde un poco la cordura, jaja), también dedicaba tiempo a escribir mis propias reflexiones en torno a la vida en general. Quizá esto último no sea estrictamente literatura, pero me sirvió como práctica de expresión y de redacción a la hora de trasmitir conceptos más abstractos, como emociones, sentimientos y otros aspectos filosóficos . A los 17 escribí la primera novela, porque me apetecía idear una trama más compleja y más completa.
Además de la lectura de ficción y no ficción que siempre me ha acompañado, la escritura ha estado ahí, en un segundo plano, hasta que se hizo ver y valer de una manera un tanto casual.


¿Cuáles son tus novelas favoritas y por qué razón?
Las novelas intimistas y aquellas otras que son capaces de transmitirme algo, no solo proporcionarme entretenimiento. Me gusta que me remuevan, que me hagan pensar, que me aporten puntos de vista distintos a los que estamos acostumbrados a ver, que me pongan en el lugar de los personajes para hacerme sentir como ellos, que me obliguen a detener la lectura de vez en cuando para asimilar aquello que me acaban de contar. Me gustan las novelas que sacuden, que además de hacerme pasar un buen rato con la historia, dejan un poso dentro de mí.


Hablando sobre favoritos, ¿quiénes dirías que son tus escritores predilectos?
Me quedo con los escritores actuales, quizá porque he encontrado en ellos un estilo narrativo y unas historias noveladas que me han conquistado y con las que, en cierta forma, me identifico. Por mencionar algunos, cuyo estilo y obras me han gustado: Víctor del Árbol, Mikel Alvira, Care Santos, Carmen Amoraga, Inma Chacón, Marian Izaguirre, Sonsoles Ónega, Tony Hill, Pere Cervantes, Carlos Bassas del Rey, Kristin Hannah, Khaled Hosseinni…


¿Cómo es que tus estudios en psicología han influido en tus historias?
Más que mis estudios en psicología, yo creo que es la propia pasión que siento por ella lo que ha influido en mis historias. Nunca la dejo atrás. Mis novelas son, ante todo, de personajes. Me interesan sus conductas, comportamientos, su forma de ser, de actuar, de reaccionar ante los problemas, ante situaciones de la vida cotidiana que no por ser comunes dejan de ser interesantes y hasta especiales, sus cualidades y la manera en que las hacen valer en determinados escenarios y ante determinados sucesos. Digamos que me valgo de ciertos hechos en la trama para resaltar todos estos aspectos y transmitirlos al lector, haciéndolo reflexionar a la vez. Juego con las emociones, por encima de todo. 


Cuéntanos cuándo y cómo fue que decidiste comenzar a escribir y más allá de eso, a publicar tus historias.
Comenzar a escribir no fue una decisión, siempre estuvo ahí, aunque yo no fuera muy consciente de ello. Publicar sí fue una decisión.
Hace algo más de diez años, cuando estaba incursa en la escritura de una novela, se cruzó la idea de escribir un relato relacionado con un tipo de problemática actual. Gustó muchísimo y comenzó a difundirse entre amigos y conocidos. A este relato siguió otro, a raíz de haber leído una noticia en prensa (relativa a la prostitución y la crisis económica) que me dejó impactada. También fue acogido de maravilla, cosa que me empujó a seguir escribiendo algunos más en relación con temas universales, personales y sociales de nuestra época actual, aunque siempre como historias de ficción literaria, con todos los elementos que la componen. Cuando tuve una veintena de relatos escritos me animaron a sacarlos a la luz para que muchas más personas tuvieran acceso a ellos. Esto desembocó en «Ellas También Viven. Relatos de Mujer», mi primera obra autoeditada con Círculo Rojo en 2011.



Esta es en apariencia una pregunta simple, ¿por qué escribes?
Por placer, fundamentalmente. Pero también porque la Literatura me parece un medio precioso para canalizar reflexiones, formas de pensar, de sentir, de actuar distintas a la nuestra, incluso diferentes a lo que consideramos “normal”, que muchas veces no deja de ser un sinónimo de “habitual”, sin más. Ponerme en la piel de los personajes, construir su vida, vivirla y sentir como sienten para luego transmitírselo al lector en forma de palabras (de historia de ficción) hasta el punto de removerlo e incluso emocionarlo es algo que me apasiona. No pretendo con ello convencerlo, simplemente hacerlo reaccionar. Si lo consigo, el placer es doble. 


Como experta en psicología, ¿sientes que tienes una responsabilidad a la hora de escribir?, y de ser así ¿cuál sería?
Sí. Desde el punto de vista psicológico, no herir a nadie, respetar al lector y sus convicciones. Puedo aportarle otra visión, otro prisma diferente desde el que analizar una situación determinada, un comportamiento distinto o un pensamiento no coincidente con el suyo, pero sin enjuiciarlo ni pretender, por supuesto, que cambie de criterio. Hay quienes se han quejado (aunque afortunadamente han sido los menos) de no haber conectado con tal o cual personaje, de no haber llegado a empatizar con él porque no comulgaban con su forma de pensar o de actuar. Pero eso es precisamente lo que yo busco, remover al lector, a favor o en contra, no crear personajes que son un espejo de nosotros mismos y que, por tanto, no nos aportan nada nuevo. Esa es mi visión con respecto a lo que yo escribo, mi objetivo.

Desde el punto de vista literario, siento la responsabilidad de ofrecer una obra de calidad, en el fondo y en la forma, con independencia de los gustos de cada cual.



¿Qué opinión te merecen los concursos literarios?
Depende del concurso. Los que están ya prácticamente pactados desde su convocatoria o demasiado influenciados por el nombre del autor me parecen una pantomima absurda, aunque entiendo que buscan lo comercial. Aquellos otros que se dejan llevar solo por criterios de calidad me parecen una oportunidad muy valiosa para que los escritores puedan hacerse ver y hacer valer una obra que, de otra forma, tal vez apenas tendría visibilidad, además de un difícil acceso a la publicación convencional. Por el hecho de recibir el premio, ya obtienen publicidad y un reconocimiento como escritores que les puede servir para su currículo literario; si, además, el premio conlleva la publicación (o la opción de ser publicados en caso de quedar finalistas), puede ser, como digo, una buena oportunidad para entrar en una editorial de difícil acceso. 


¿Cómo ha sido para ti la búsqueda de una editorial tradicional? 
Frustrante. Llamé a muchas puertas, pero a pesar de haber cumplido con lo que se supone que es el proceso protocolario que los escritores deben seguir para contactar con ellas, la mayoría no se dignaron ni siquiera a contestar a la consulta previa de si aceptaban manuscritos o propuestas editoriales. En otros casos, los menos, la contestación fue que mi obra no se ajustaba a su línea editorial, cosa que interpreté como respuesta “estándar”, dado que solo envié mis obras a aquellas editoriales que ya tenían publicaciones en la línea de las mías. También me encontré con respuestas en las que se me derivaba al sello de autoedición del grupo, dándome a entender que la obra era válida pero que la apuesta por un escritor sin el suficiente bagaje literario y/o profesional (que garantice ventas) era arriesgado y, por tanto, era preferible probar primero la respuesta del mercado de esta otra forma.  
Otras muchas tenían vetado el acceso directo de los escritores, se necesitaba agente editorial.  



¿Cuál dirías ha sido para ti la mayor ventaja de la auto publicación?
En principio, que los lectores tuvieran acceso a mis obras, sin más; de no haber sido por ella, no habrían visto la luz, y habría sido una pena, porque ahora puedo decir que tanto ellos como yo estamos disfrutando de la experiencia.  
En segundo lugar, y como aspecto particular de la autoedición, una de sus mayores ventajas es la gestión directa de la obra y la posibilidad de decidir sobre la misma en todos los aspectos. 


¿Podrías contarnos cómo es tu método para escribir?
Normalmente, el germen de cada novela (o de cada relato) suele ser una reflexión, aquello en lo que quiero poner el punto de mira, lo que deseo transmitir al lector, y es posteriormente cuando construyo una historia a su medida. La trama, que inicialmente suele ser sencilla, la voy complicando con giros argumentales que intriguen y mantengan la atención del lector, porque en literatura, además de esos otros objetivos que ya he mencionado anteriormente, entretener es fundamental. Una vez que tengo trazado todo el argumento entero (desde el principio hasta el final, con una trama o con varias), buscada la documentación de base y los personajes perfilados es cuando comienzo a escribir. 



¿En qué te inspiras?
En todo aquello que me rodea, en lo que vivo, veo y observo, en lo que me preocupa, en lo cotidiano, que he descubierto que, por tenerlo demasiado cerca, es precisamente en lo que menos reparamos. 


¿Cómo describirías “Aquello que fuimos” en un párrafo?
«Aquello que fuimos» es una historia de superación en la que determinadas decisiones sin aparente importancia cobran un relevante papel, por cuanto que cambian el futuro de sus dos protagonistas obligándolas a vivir como jamás pensaron ni proyectaron. Es la historia de dos mujeres fuertes que descubren que, en la vida, se puede pasar de ser víctima a verdugo sin pretenderlo, dañando incluso a los seres más queridos; que la única forma de restablecer afectos y de reconducir su camino y el de aquellos a quienes aman es enfrentándose a sus miedos y haciendo acopio de valor para plantarle cara al pasado, al presente y al nuevo futuro, aunque duela.   


Si tuvieras que elegir a uno solo de los personajes que has creado como tu favorito, ¿Cuál sería?
La abuela Herminia. Es un personaje secundario que se ha ganado mi corazón y mi admiración por completo. Quien lea la novela, lo entenderá ;) 


¿Cómo es ganar un premio tan codiciado como el de Amazon? ¿Cómo nos dirías que es el antes y el después?
Una delicia. Es un sueño conquistado que no pensé que pudiera cumplirse, una satisfacción inmensa por ver recompensado todo el trabajo, el esfuerzo y el tiempo invertido en una obra en la que creí desde el principio. Creo que este premio, efectivamente, marca un antes y un después, sobre todo a nivel personal, porque genera una confianza que a veces nos falta a quienes autoeditamos, sin contar, por supuesto, con lo que supone a efectos de visibilidad y de credibilidad literaria respecto a la obra y al autor. 



¿En tu opinión y experiencia, qué se necesita para aspirar a este galardón?
Hacer un trabajo lo más digno posible. Ya hemos podido comprobar, en más de una ocasión, que no es el número de ventas, el ranquin en Amazon o la cantidad de comentarios positivos que acumule la novela lo que prima para el jurado a la hora de elegir. Doy por hecho que hay otros elementos en juego que tienen que ver mucho más con lo literario (y que pueden estar o no en consonancia con los factores que he mencionado antes), como son la originalidad en el argumento, una buena trama y un buen desarrollo de la misma, tensión narrativa, calidad literaria… Aun así, es difícil asegurar de antemano lo que te llevará a ganar, porque el número de novelas candidatas es tan elevado que aquello que marque la diferencia para llegar hasta el final puede ser algo muy sutil. 


¿En qué manera ha influido en tu trayectoria literaria el reconocimiento público que viene con el premio?
Para empezar, en una mayor visibilidad (y por consiguiente, lectura) de todas las obras que he escrito, no solo de la ganadora, y en una mejor consideración de mí como escritora, lo cual ofrece más oportunidades. A nivel personal, en la responsabilidad que supone ofrecer una próxima obra que esté a la altura de lo esperado por quienes han leído la novela ganadora y han disfrutado con ella. Ahora siento, más que nunca, el temor a defraudarlos y eso hace que sea aún más autoexigente. 
Pero con independencia de todo esto, quizá lo que más ha influido en mi trayectoria literaria a raíz de haber ganado el premio es la posibilidad de publicar con una editorial, Amazon Publishing, que ofrece mejores medios técnicos y publicitarios para llegar a lectores potenciales que los que habitualmente tiene un escritor autoeditado.  


¿Qué consejo darías a los que están pensando presentarse en la siguiente edición del concurso literario de Amazon?
Que trabajen su obra al máximo, sin prisa, y contando con personas ajenas que les puedan ofrecer una valoración objetiva y cualificada a todos los niveles, para que resulte lo más depurada posible.  



Cuéntanos ¿cuáles son los temas en que estas trabajando actualmente? (si se puede saber, o algo que puedas adelantarnos)
Estoy trabajando en la corrección de una novela y escribiendo otra con el mismo corte intimista que ya forma parte de mi estilo; aunque con esta última voy muy despacio, haciéndome aún con los matices de los personajes y terminando de perfilar algunas de las situaciones más emblemáticas a las que se tendrán que enfrentar. 


Me dio mucho gusto platicar contigo, gracias nuevamente por tu tiempo. Antes de despedirnos, qué consejo te gustaría agregar a nuestros lectores (considerando que la gran mayoría son escritores, o gente que gusta por escribir)
A los lectores, que disfruten al máximo de la literatura, que lean sin prisas, que saboreen al máximo cada historia ahondando en ellas y leyendo entre líneas para no perder detalles (y mensajes) que pueden ser incluso más interesantes que los que se cuentan abiertamente.
A los escritores (aunque no soy quien para darles consejos), les diría lo que suelo decirme a mí misma: que tengan presente que escribir y novelar son dos aspectos distintos y complementarios de la literatura que debemos aprender y dominar antes de considerarnos verdaderos escritores, y ello requiere esfuerzo, trabajo, constancia y autoexigencia. Y que tengan siempre muy presente que el lector no se merece que pongamos cualquier cosa a su disposición.


Te reitero que tienes tu casa en Anaquel Literario. 
Mil gracias, Ana, por tu invitación y por permitirme llegar a todos los que forman parte de Anaquel Literario. Ha sido un placer.





 "AQUELLO QUE FUIMOS"
 (AMAZON PUBLISHING)

Con diecisiete años, Blanca apenas intuye que la vida está hecha de decisiones y de sus consecuencias. Sin embargo, no tarda en experimentar en carne propia un drástico giro del destino que marcará su futuro para siempre. Cuatro años después, empujada por los acontecimientos, vuelve a su hogar en Málaga para intentar exorcizar un demonio de su pasado.

A diferencia de ella, Fuensanta conoce bien el alto precio que hay que pagar a veces por los propios actos, un precio que puede determinar para siempre la personalidad, la vida y el futuro de los más vulnerables: los hijos.

Pero la existencia de cada individuo también está conectada por un haz de hilos con sus semejantes y sus circunstancias. Esta novela ahonda con valentía en la psicología y en las relaciones de los protagonistas que, en una intriga subyugante, avanzan hacia un desenlace tan inesperado como esperanzador.



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