viernes, 17 de diciembre de 2021

Aventuras de una mamá lectora, recibiendo cartas de Papá Noel 17 de diciembre 2021

  “Un solo sueño es más poderoso que mil realidades” J.R.R.Tolkien

 

Queridos Anaquelianos, ya estamos en el último mes del año, donde las hojas de los árboles han caído casi por completo regalándonos una bella alfombra de tonalidades ocre que hacen soñar a esta mamá lectora y claro también le provoca correr a una niña risueña mientras juega dispersándolas por todos lados. En unos cuantos días daremos la bienvenida al invierno y con los dedos cruzados esperamos que las nevadas nos visiten pronto, ya que un hombre de nieve tiene una cita pendiente con Valentina y yo una guerra a bolazos con mi marido esperando a la orilla de mis dedos.

 

Días atrás Valentina y yo sacamos nuestro árbol navideño y lo decoramos. Aunque las decoraciones nunca se han quedado en su lugar destinado, ya que mi pequeña ayudante de Santa considera que son accesorios muy importantes para su casa de las muñecas, también en ocasiones cobran vida propia para poder pasearse por los sillones, la mesa del comedor y en los lugares que menos se puedan imaginar, como dentro de los sártenes que estaban guardados en la alacena.

 

—Valentina, ¿Qué hace dentro de la olla del ponche el copo de nieve que va en el árbol de navidad?— me he encontrado haciendo esta pregunta últimamente.


Esta esperando a que hagas el ponche mamáescucho como respuesta mientras un desfile de muñecas pasa frente a mí.

 

Esta época es una de mis favoritas, tengo el pretexto perfecto para cocinar cosas deliciosas como pay de manzana, pastel de chocolate o galletas de azúcar e inundar la casa con aromas que traen a la vida recuerdos muy bien guardados. El crepitar de la leña me abraza y reconforta mi alma dándome el motivo perfecto para tomar una taza de chocolate caliente con malvaviscos, aunque por lo regular termino compartiendo mi bebida con un torbellino de cabello rizado que brinca sobre mí.


Todos los días al despertar Valentina lo primero que hace es buscarme y sentarse en mi regazo; todavía se acurruca en mis brazos, aunque sus piernas ya casi alcancen el piso. Estos minutos que duramos abrazadas mientras ella aterriza en el mundo para comenzar una nueva aventura son mi manera favorita de iniciar un nuevo día.


Para entrar en ambiente navideño busqué un libro que las dos pudiéramos leer en estos momentos matutinos, algo que fuera divertido y nos permitiera poner precedente para el día por vivir, por lo que mi mente me susurró lentamente cierto día que doblaba la ropa que había dejado olvidada en un rincón: “el libro de CARTAS DE PAPA NOEL de uno de mis autores favoritos John Ronald Reuel Tolkien, será perfecto para estas mañanas somnolientas acurrucadas entre las cobijas de estrellas”.





Así que al día siguiente cuando los pasitos adormilados de Valentina llegaron a mí, le dije que leeríamos un libro diferente, a lo que ella sólo se acomodó en mi pecho. Cuando las historias de Papá Noel, el Oso Polar y el elfo Ilbereth hubieron captado su atención Valentina me miraba con sus ojos muy abiertos y me dijo:


Mamá, entonces Papá Noel me contestará mi carta esta Navidad.


Mi marido volteó a verme de reojo y con su risa burlona pude saber lo que estaba pensando: “Haber como sales de esta”, yo medité un poco y pensando bien todas mis opciones, sólo pude ver una en mi horizonte:


Creo que es probable que recibas una contestación de parte de Papá Noel, no veo porque no.


La risa de mi marido sólo me hizo entender que estaba metida en un buen lío.

 

“La fantasía es, como muchas otras cosas, un derecho legítimo de todo ser humano, pues a través de ella se halla una completa libertad y satisfacción.” dijo J.R.R. Tolkien y vaya que tiene razón. Porque ahora cada día Valentina me asalta con preguntas que a veces no se como contestar:


Mamá, ¿Papá Noel utiliza el correo o entrega las cartas el mismo?

—Las entrega el mismo— contesto de manera distraída.

 

Mamá, ¿la carta que me escriba Papá Noel estará en español?

¡Claro!, él habla todos los idiomasle digo mientras pelo las papas.

 

¿No se olvidará de contestarme, verdad mamá?

Por supuesto que no, los elfos le recuerdan siemprees mi respuesta acariciando su rostro.

 

¿Cómo logra Santa visitar todas las casas en una sola noche?

Usa magia para viajar por el tiempo y así recorrer todo el mundo respondo mientras cenamos.

 

El hecho de saber que recibirá una carta de Papá Noel ha mantenido a Valentina muy emocionada y a mí me ha dado el motivo perfecto para lograr que sus juguetes entren a su caja de manera expedita; una madre tiene que buscar métodos para sobrevivir mis queridos Anaquelianos.




 

Casa del Acantilado, Polo Norte, Navidad de 1943 

Mi querida Priscilla: 

¡Feliz Navidad! Confío en que este año vuelvas a colgar el calcetín, porque todavía me quedan algunas cositas para ti. Después tendré que despedirme más o menos: me refiero a que no me olvidaré de ti. Siempre guardamos los números antiguos de nuestros amigos de toda la vida, y sus cartas; y con el tiempo esperamos volver a saber de ellos, cuando se hacen mayores y tienen casa propia e hijos…

 

Alguna vez una amiga muy querida me dijo que la Navidad era su época favorita, porque “tenía recuerdos increíbles de Santa” más ahora entendía que eran la expresión del amor tan grande que su mamá tiene por ella.


Mis queridos Anaquelianos, me despido de ustedes agradeciendo me hayan abierto sus hogares y me permitieran acompañarles este año en nuestro querido rincon de Anaquel Literario. Les deseo las mejores bendiciones para estas fiestas, que esten rodeados de todos sus seres queridos llenos de besos, abrazos y ponche. Por supuesto espero que encuentren muchos libros bajo el árbol para que este 2022 podamos compartir nuevas aventuras y experiencias juntos.



¡Felices fiestas!



Erika C.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 14 de diciembre de 2021

La lista de Frederick Forsyt

 


La lista de Frederick Forsyt


Sinopsis:


Existe una lista secreta que se revisa cada martes en el despacho oval de la Casa Blanca. Contiene los nombres de los terroristas que son tan peligrosos para Estados Unidos, para sus ciudadanos y para sus intereses que han sido condenados a muerte sin juicio. Se llama «La lista», y solamente la ve el presidente y seis homb res más. En la primavera de 2014 se añade un nombre nuevo a esta lista: el Predicador. No saben su nombre verdadero y nunca se ha visto su cara, pero sus sermones en la web son tan poderosos que instigan a jóvenes islamistas a matar y a morir en su nombre. El encargado de destruir al Predicador es el Rastreador, el apodo que recibe Kit Carson, de cuarenta y cuatro años, experto en cultura y lengua árabe, exmarine, ex-SEAL, viudo y uno de los fundadores de un equipo elitista de hombres entrenados para perseguir y cazar a sus objetivos estén donde estén. Virginia, Pakistán, Dubái, Islamabad, Londres, Somalia… el viaje hacia su objetivo es tan complejo que cualquier otro se hubiera rendido; pero el Rastreador tenderá una trampa brillante y utilizará todos los recursos posibles, legítimos o no, para llegar al enemigo.

Opinión personal:

En verdad serían 3.5 estrellas de 5. Es interesante y en ningún momento llega a ser aburrido. Durante todo el libro, la trama mantiene la línea misma de intriga, y la verdad se lee muy rápido y se hace muy ameno.
Para mí no está a la altura de otros libros de Frederick Forsyth como El manifiesto negro o Chacal, pero lo recomiendo.

Juan Nieto