miércoles, 27 de abril de 2016

Malditos Poemas de Carlos Moya Gómez

SINOPSIS

Rafa Serna es un escritor bipolar que conoce a Elena en el peor momento de su vida. La tiene que perder e irse porque piensa que las consecuencias de su trastorno son demasiado para ella, sin pararse a pensar en que quizá su amor podría con eso y con más. La vida los hace coincidir de nuevo y nunca se sabe si a veces es demasiado tarde o no.

OPINIÓN PERSONAL

Un poema para el recuerdo

Interesante el mundo que ha creado el autor en este libro, salpicado de bonitos (que no malditos) poemas que se entremezclan con la narración de una forma natural y que son obra de Rafa, un escritor aquejado de trastorno bipolar, dedicados a las personas que quiere.

Atractiva la personalidad del protagonista que tan bien refleja Carlos Moya: amigo de sus amigos y enamorado profundamente de una estudiante de psicología, Elena, que hará que su vida tenga sentido. Siempre son importantes para él y por ello se mostrará correspondido con unas amistades verdaderas y un amor que perdurará a pesar del espacio y del tiempo.

La generosidad que transmite no tiene límite. Es capaz de alejarse de ella sólo por no hacerla sufrir con su enfermedad. Es en Argentina donde recala y allí nos el autor nos vuelve a mostrar la verdadera naturaleza de Rafa.

Creo que a partir de ahora, cuando piense en una historia de amor, me acordaré de Rafa y Elena. Lo que sienten y lo que se demuestran indica que todo puede suceder cuando el momento es el adecuado. Aunque no siempre hay tiempo para todo. Lo que está claro es que Rafa siempre será de ella. No tiene cabida algo distinto.

Decir más sería desvelar algo que se debe descubrir con su lectura, así que os animo a hacerlo porque merece la pena. Ha logrado emocionarme en varias ocasiones y hacerme reflexionar sobre el sentido de las relaciones y el destino.

En cuanto a la portada, me parece muy sugerente. Expresa muy bien la enfermedad en sí, esa alternancia de episodios que oscilan entre la alegría y la tristeza, que influyen en el estado de ánimo de las personas que lo padecen.

SOBRE EL AUTOR

Complicado escribir sobre Carlos Moya Gómez, es un autor novel, con lo que hay poca información sobre él, así que me puse en contacto con el autor para que me contara algo de su vida. Y eso hizo, aquí lo tenéis:

“Nacido el 29 de mayo de 1972, géminis puro en todo y para todo.

Matriculado mil veces en Derecho intentando terminar las pocas asignaturas que me quedan después del tsunami en forma de trastorno bipolar que arrasó mi vida.

Más poeta que escritor, estoy de acuerdo con eso que dicen de que los escritores nos organizamos la cabeza con la escritura, aunque yo más bien diría la memoria.

Mi primera y única novela hasta la fecha, "Malditos Poemas" es una historia de amor con el tema del trastorno bipolar. Como buena primera novela es bastante autobiográfica.

Vivo en el campo con mi perro Trece”

También le hice una pequeña entrevista, me extrañaban algunas cosas: como que estudiara Derecho o que publicara una novela en vez de un libro de poemas y fue tan amable que accedió de nuevo a contestarme.

¿Desde cuándo escribes?

Pues, la verdad es que tuve una crisis en mi vida y tuve que parar y como terapia empecé a escribir poesía, no me lo dijo nadie, un día empecé y después vino un blog y más tarde mi primera novela, "Malditos Poemas".

Siempre leí bastante, empecé en la adolescencia con "Los Hollister" y "Los Cinco", después pasé por novelas tipo "Papillón" o "El Padrino" y la verdad es que he leído desde "El Quijote" y "Las Novelas Ejemplares" de Cervantes hasta best-seller tipo Grisham o Forsyth, creo que hay tiempo para leer de todo. Y siendo lector es fácil dar el paso siguiente.

¿Por qué estudiaste Derecho si lo que te gusta es escribir?

Me decidí por Derecho porque se pagaba mucho menos que Periodismo, que entonces era privada y muy cara, en un momento de mi vida también estuve matriculado en Filología Hispánica, pero me la esperaba más práctica y no resultó.

¿Cuándo te decidiste a publicar tu novela?

Pues conocí por Internet a una chica escritora indie y por ella me enteré de cómo funcionaba amazon.com, yo tenía mi novela terminada y la publiqué.

¿Es tu primera novela o ya habías escrito antes otra?

Es la primera, autobiográfica, si, bastante, pero también muy novelada.

Cuéntame sobre tus gustos, tus aficiones…

Tengo muy buenos amigos, más que la media, creo. Es algo de lo que me enorgullezco, de mis amigos. En 2002 dejé el alcohol y me diagnosticaron Trastorno Bipolar y desde entonces me cuido mucho y utilizo la parte buena que tiene, me da mucha creatividad. Soltero sin compromiso soñando con un imposible.

Gustos: Cualquier arroz de mi madre, los helados, el Red Bull, el sushi, el café con hielo sin azúcar y la Coca-Cola light. La música pop de los 80, española, que la entienda y el cine, el español me encanta. Y por encima de todo eso está viajar. He estado cuatro veces en Argentina por puro placer de ir.

Aficiones: Hablar con la ratita de internet, internet mismo, leer y escribir, el póker, ir en moto y mi perro Trece, mi amigo y mi compañero, vivimos solos.


Sé que está con nuevos proyectos, escribiendo una novela y tiene en mente otra más, así que no le perderemos de vista. Muchas gracias al autor por su amabilidad al responder a mis preguntas.



viernes, 22 de abril de 2016

DESMONTANDO MITOS - ESCRITORES / EMILIA CASAS FERNÁNDEZ.

Buen día estimados amigos, quiero compartir con todos vosotros un artículo de la escritora zamorana Emilia Casas Fernández, que desde mi punto de vista, es una opinión muy acertada de la autora sobre la visión que se tiene de quienes hemos incursionamos en el mundo de la escritura. No es el primer artículo de Emilia que me ha despertado interés, desde su página comparte con sus seguidores y amigos muchas opiniones con gran acierto, así que os invito a seguirla, no sin antes leer este artículo y como siempre, esperamos vuestras opiniones, un fuerte abrazo para todos y disfrutad de la lectura.

DESMONTANDO MITOS / ESCRITORES.

Los escritores son esos seres a los que nos imaginamos en una casita junto a un lago, con su ordenador portátil, tomando té o café o incluso un whisky y escribiendo tranquilamente con una chaqueta gruesa de lana encima. Pasan ahí unas semanas, dormitando junto a la chimenea por las noches y levantándose pronto para escribir. Luego, vuelven a la civilización con el libro terminado y se dedican a una vida ociosa dando vueltas por librerías, fiestas y algún plató televisivo o estudio radiofónico, mientras toman té o café, y algún whiskycillo con el meñique extendido y teniendo conversaciones sublimes con sus amigos, todos ellos, evidentemente, artistas y muy cultos. Los imaginamos paseando por museos y exposiciones, utilizando muchas palabras esdrújulas que el resto de los mortales (en los que yo me incluyo) no hemos oído nunca. Afortunadamente esa imagen no se corresponde a la realidad, aunque, siempre hay excepciones y, aunque podría deciros: siento desilusionaros… es un alivio para mi explicar que esa imagen del escritor ermitaño que en las películas de terror siempre acaba volviéndose loco o perseguido por fantasmas, es tan producto de nuestra imaginación como las gafas de rayos X o la teletransportación...

Plantearse escribir es adentrarse en un espacio peligroso, porque se entra en un oscuro túnel sin final, jamás se llega a la satisfacción plena, nunca se llega a escribir la obra perfecta o genial, y eso produce la más grande de las desazones. Antes se aprende a morir que a escribir. Hay gente que piensa que escribir es un oficio aburrido. Y aunque es cierto que uno pasa horas tecleando o garabateando ficciones en un papel, la vida del escritor, salvo excepciones, no es apasionante, pero, una vez escrito lo escrito, muchas veces suceden cosas insólitas (y aquí es donde para mí, comenzaría la realidad del escritor y terminaría el mito): personas que te escriben para darte su opinión ante una de tus obras, suele ser una crítica, habitualmente razonada y discreta que, en cantidad de ocasiones ayuda y en la mayoría enseña, regalos que te llegan sin más, sin motivo, sin explicación, personas con las que te encuentras por la calle y te paran para decirte que “X” texto de uno de tus libros, les fue útil para solucionar un pequeño conflicto interior y lo más importante: amistades nacidas en el amor a las palabras.

Emilia Casas Fernández