viernes, 2 de noviembre de 2018

Micrófono Abierto, Teodoro Balmaseda

Micrófono Abierto
Teodoro Balmaseda 


Escribo bajo el pseudónimo de Teodoro Balmaseda porque mi nombre real lo reservo para mis memorias, si el día de mañana me decido a escribirlas. 

Nací en Logroño en 1984 y a los 20 finalicé mis estudios superiores de prevención de riesgos laborales, y me encaminé al estudio y aprendizaje del alemán; al mismo tiempo escribía, obteniendo mi primera novela con 22 años, In mein blut; y un año después escribí otra novela con el título 2070 y un relato corto donde llegué al séptimo puesto en un concurso de relatos a nivel nacional. A día de hoy he escrito diecisiete novelas, decenas de relatos y cientos de poemas. 
Una de mis novelas, Misión: Antares, ha obtenido el cuarto puesto en el III Premio Somnium de Ciencia Ficción y Fantasía, un premio a nivel nacional con una participación de casi un centenar de obras. Asimismo, mi obra Confeso ha recibido un diploma de finalista, equivalente a un cuarto puesto, en el prestigioso 11º Certamen de novela Mis Escritos, en Argentina.
Hace unos meses he visto mi sueño cumplido y he podido tener mis propias palabras ente los dedos gracias a Egarbook, una ambiciosa editorial catalana. A través de la promoción he ido moviéndome con músicos, medios especializados y aficionados a la música donde se emplaza la novela, y por el momento las críticas son muy halagadoras.
Eso  me ha valido la entrada en https://www.rockthebestmusic.com/ como colaborador, donde mi misión es hacer reseñas de discos y críticas de conciertos.
Paralelamente, colaboro en varios proyectos. Buscando oro tiene su propia versión en novela gráfica gracias al inestimable talento de María Izquierdo, una prestigiosa ilustradora mexicana, que recientemente se ha acordado su publicación en Argentina. En desarrollo tengo la adaptación a cómic de otra novela a cargo de una ilustradora colombiana y un cómic por entregas en el que trabajo con Pablo Hours, un dibujante argentino.
Actualmente trabajo en el desarrollo de un guión de largometraje para una productora argentina.
Escribo de todo, terror, ciencia-ficción, épica deportiva, aunque a todo intento darle un toque realista y donde me siento más a gusto es en historias mundanas, urbanas, con personajes que podemos encontrar en cualquier barrio. Buscando oro es un ejemplo de ello.
Creo que en mi obra se manifiesta la influencia de mis maestros Bukowski, Kafka, Hermann Hesse, Richard Matheson, Paul Auster, Amélie Nothomb, Frédérick Beigbeder, o Chuck Palahniuk, porque trato de mostrar mi forma de entender la realidad del ser humano provocando en las novelas un encuentro de la persona consigo mismo, alejándolo de la posibilidad de enmascararse. Una situación normal llevada al extremo provoca en el sujeto la elección y lo desenmascara de la doble moral, viéndose forzado a revelar sus intereses ocultos, mostrando que el ser humano es capaz de lo peor y de lo mejor. Empleo una prosa sencilla, juego con los tiempos, tengo una gran fluidez del lenguaje y un significativo estilo guionista.

***


Llegamos a noviembre y es increíble, pero estamos en la penúltima entrevista de Micrófono Abierto. Parece que fue hace unos días que acordábamos esta entrevista, en noviembre el año pasado, y ya estamos aquí. Bienvenido Teodoro. Comenzamos con la entrevista ahora mismo.

Bien hallado, muchísimas gracias por hacerme un hueco.

Las preguntas

Sabemos, después de leer tu sinopsis que “Teodoro Balmaseda” es un pseudónimo. Puedes contarnos cómo surge este. Y si se basa en un nombre que tengan alguna relevancia en tu vida.

Pues surgió de casualidad. Estuve leyendo un artículo sobre el origen de algunos nombres comunes y vi el de Teodoro, que es griego y significa “don de Dios” Teo-dios y doro-don. Me gustaba eso porque “no me siento muy escritor”, quiero decir que ese arquetipo del escritor estirado, sentado en su sillón frente a la chimenea, en bata y leyendo a Proust no se me hacía cómodo, y sentía como si las ideas de mis obras vinieran por ósmosis. Pues dio la casualidad que pensaba en eso mientras viajaba pasando Bilbao dirección a Francia, y vi el desvío a Balmaseda y ahí uní cabos.

Leemos que tienes ya varias historias escritas en tu haber. ¿todas ellas son bajo pseudónimo? Y dicho sea de paso, ¿tus allegados conocen tu verdadera identidad literaria? O es una especie de reserva personal.

Todas son ficción y todas van con Teodoro Balmaseda. Si el día de mañana me decidiera a escribir mis memorias, usaré mi nombre real. Se crea una doble identidad entre mis allegados: gente que conoce mi nombre, gente que me llama Teo… y lo cierto es que respondo a ambos nombres por igual.

“Buscando Oro” parece tener toda una historia paralela a la misma de la novela. Novela gráfica, contacto con músicos y gente del medio. ¿cuéntanos cómo y qué puertas inesperadas te ha abierto esta historia?

Leí Maus de Art Spiegelman y El eternauta y me enamoré de la novela gráfica. Mi forma de redactar Buscando oro creo que se adapta bastante bien al guión, tanto de cine como de cómic y nos lanzamos. El resultado ha sido espectacular, gracias a la ayuda de la talentosa María Izquierdo, una ilustradora mexicana.
Una vez que la novela empezó a coger vuelo, me surgió la oportunidad de reseñar discos. Yo escribo ficción, nunca había hecho nada parecido, pero traté de buscar mi estilo y, al menos de momento, las bandas están encantadas con mi trabajo. He hecho muy buenos amigos gracias a las reseñas, los primeros, www.rockthebestmusic.com que tan amablemente me han acogido.

Un largometraje es un proyecto ambicioso. Platícanos de qué va esa trama y cuándo está pensado que vea la luz.

Pues de momento estamos con el desarrollo del guión. Partí de una idea ajena y avanzo poco a poco con la adaptación. Siento no poder avanzar mucho, pero ya se sabe que vulnerar este tipo de información no suele ser buena idea. Además, hay mucha gente involucrada en el proyecto y tampoco sería justo para ellos.

Cuáles son tus libros favoritos y por qué han sido importantes para ti.

Brooklyn Chase de Paul Auster, que me enseñó que una historia puede tener elementos sobrenaturales sin perder realismo.
Factótum, de Charles Bukowski. Sin palabras
Soy leyenda, de Richard Matheson. Me dio muchísimas herramientas para desarrollar mi propia voz de autor.

Tenemos muchos seguidores que gustan de escribir o es una de sus fantasías. Pensando en ellos, puedes compartir con nosotros cómo es tu proceso creativo. ¿cómo fue por ejemplo el proceso de “Buscando Oro”, desde que concebiste la idea, hasta ahora que es ya una realidad.

Leyendo una noticia curiosa de un futbolista de élite que había terminado en bancarrota. El primer germen: alguien que ha sido grande y acaba en el arroyo. Después leí una autobiografía de Johnny Cash y decidí la ambientación y el entorno.
Normalmente saco un argumento en unas pocas líneas. Luego lo amplío a unas cuantas páginas. Después, con ayuda de unas tarjetas, desarrollo una especie de escaleta en la que me baso a la hora de empezar a escribir.

Una pregunta que nos gusta hacer es: Si tu historia fuera a ser producida para la pantalla grande. ¿Quién te gustaría que fuera el director y el actor principal? 

Director: Alexander Payne. ¿Actor? Tengo varios: Robert de Niro, Luis Tosar o Ricardo Darín.

Esta, a pesar de parecer una pregunta simple, puede ser tan compleja y personal como cada entrevistado decida responderla, así que dinos ¿por qué escribes? Cuál es tu razón para hacerlo.

Primero porque pasar la mano por el papel mientras el boli avanza es muy placentero. Segundo, porque me sirve para no olvidar cosas que me han pasado o para homenajear a gente que me rodea, que tengo cerca o que he perdido. Y tercero, aunque no por ello menos importante, por un neblinoso afán de inmortalidad. Con suerte, de aquí a trescientos años no quede nada de lo que he conocido, pero Buscando Oro tal vez esté por ahí.

¿Quién sería el lector ideal para “Buscando Oro”?

Cualquiera que tenga un sueño, cualquiera que sepa lo que es el sacrificio. Cualquiera que siga insistiendo pese a navegar contra corriente.

En diez palabras, cómo convencerías a nuestros lectores de darle una oportunidad a tu novela.

Lee veinte páginas, y si no te gusta, lo dejas.

Según vemos cuentas con el apoyo de grandes personas para concebir esta novela, puedes hablarnos de ellos. Sabemos que la gente cercana es crucial para el buen desarrollo de las novelas y un apoyo indiscutible a la hora de ver este sueño materializado. Para los que no los conocemos, puedes hablarnos más sobre ellos.

Pues hay decenas: desde mi amigo Stone, media vida en los escenarios, que me hizo el prólogo, a Kike Jambalaya, una leyenda viva, que me escribió la contraportada. Desde JotaDe, un prestigioso fotógrafo canario que me prestó su obra para la portada, hasta todos los músicos y escritores que he ido conociendo, que se hay gastado sus buenos cuartos en adquirirla, que han dado esa frase de ánimo, que me han “amenazado” para pedir segunda parte… 

Cómo se dio el proyecto de hacer esta novela, una novela gráfica a su vez. En dónde está disponible y cuál es el futuro para la misma.

De momento estamos buscando una editorial fiable que nos apoye. No es fácil el mundo editorial, para una novela grafica ni hablamos. Pero, seguiremos en ello.

Antes de terminar la entrevista, qué consejo darías a los escritores que aún no han visto realizado su sueño de publicar, o que aún no se deciden a dar el paso y mostrar sus historias.

Buscad algo bueno. Escribir no es una carrera de velocidad, es una maratón. Si necesitáis una editorial que os “lleve de la mano” en vuestros primeros pasos, no os conforméis con la primera que os dé el ok, sobre todo si pide plata por adelantado. Tened en cuenta que vuestra obra ya existe, se quede en un cajón o la lean miles de personas. Paciencia para que todo encaje.

Palabras finales

Gracias por participar con nosotros, por tus respuestas y compartirnos un poco de tu vida privada como escritor, te invitamos a decir unas últimas palabras.

Gracias a vosotros por vuestro apoyo. Y para despedirme: ¡Frankie boy nunca se rinde!


Buscando oro

Para Fabio el nombre de Frankie boy es algo más que un alias, algo que supera un mero nombre artístico. Frankie boy es el compromiso sellado con su estilo de vida. Frankie no tiene familia, ni trabajo, ni casa. En su vida no cabe rutina alguna. Él vive en una furgoneta, yendo de garito en garito a dar pequeños conciertos, sacando lo justo para viajar a la siguiente ciudad a dar un nuevo recital. Es feliz así, sólo su guitarra y él cabalgando hacia el horizonte.
Hace unos meses en los ratos libres estuvo escribiendo un libro. Era mero entretenimiento, rellenar esas horas anodinas antes de dormir, pero un editor lo ojeó y lo editó, cosechando un aceptable éxito de crítica y ventas. Su carrera de escritor lanza la de músico y viceversa. 
En este punto, aunque tiene que hacer de tripas corazón para vencer su terrible timidez en presentaciones y demás actos promocionales, su vida ha alcanzado un equilibrio provechoso. Pero algo sucede. De repente un problema de salud se interpone en su camino. En principio parece bastante grave, al menos lo suficientemente acuciante como para convertirse en una amenaza directa a su forma de vida.

Se da cuenta en ese momento de que ya tiene una edad, no tiene experiencia, ni conocimientos de casi nada. ¿Cómo sobrevivirá ahora? ¿Podrá reconvertirse a una vida sedentaria? ¿Tendrá que dejar la música? ¿Es posible para él ser feliz sin dar conciertos? ¿A qué podrá dedicarse?


Links:





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes comentar libremente. Aunque permitimos comentarios anónimos, piensa que nos encantaría poner nombre/cara/avatar a cada comentario. La decisión es tuya :)