martes, 5 de noviembre de 2019

Micrófono Abierto, Sergio Amaya Santamaria





Bienvenidos a este espacio de “Micrófono Abierto”, me gustaría adelantarles que en esta ocasión hablaremos sobre la importancia de escribir como testimonio de vida y como un desahogo de creatividad. No así por un interés comercial, lo que me parece sumamente rescatable y una lección que todos deberían replicar. Bienvenido Sergio Amaya Santamaría, gracias por aceptar esta entrevista, me parece muy interesante platicar contigo así que comencemos de inmediato. 




Sergio Amaya Santamaria

Nacido en el Ciudad Madero, Tamaulipas, México en el año de 1940. Por situaciones familiares y profesionales, durante su vida ha vivido y  recorrido diferentes lugares de México. De ese caminar por distintos estados y comunidades ha ido conociendo usos, costumbres y paisajes que han nutrido su imaginación para escribir cuentos infantiles; historias rurales, relatos policiacos y leyendas con datos históricos verídicos, ciencia ficción y mucha imaginación.



Soy autodidacta en la escritura, por lo cual tengo vicios de escritura y también, de a poco y por la generosidad de personas que saben, he ido mejorando lo escrito y cuidando lo que en la actualidad estoy haciendo.



Estas son algunas portadas que yo mismo he realizado, pero ninguna ha llegado a alguna editorial para su edición y venta. He colocado algo en Amazon; pero visto ahora, están llenas de los errores que cometía en un principio. Desde luego no se ha vendido ninguna. He participado en concurso de cuento y novela, pero no he obtenido ningún reconocimiento; por lo que se puede decir que toda mi obra se encuentra en un cajón.


CONTACTO

Tengo algunas páginas Web 

En ellas estuve poniendo o exponiendo mi obra, llena de errores, pero el desconocimiento profesional de la materia me impedía apreciarlo. En la realidad ya no visito mis sitios; se requiere tiempo para hacerlo y prefiero dedicarlo a corregir lo escrito y a escribir cosas nuevas, así como enviar a concursos. En mi Facebook pongo cada lunes un cuento, que leen unos pocos de mis contactos. Ahora sé que se requiere tener Lectores Beta que nos lean y corrijan y sugieran cuestiones que al momento de escribir no contemplamos.

MI LUGAR DE TRABAJO

Mi lugar de trabajo es en la estancia de mi casa; soy jubilado y ya salgo poco; al estar a solas con mi esposa, me deja tiempo para escribir y leer; me gusta la música, de preferencia sinfónica, de Beethoven, Chopin, Mendelson, Hydn, etc. O romántica con música de tríos. 
No dispongo de una gran cantidad de libros, son caros para mi presupuesto y ahora con la facilidad de los electrónicos, se hace más sencillo poseerlos.


En mis tiempos de joven era necesario tener a la mano diccionarios, enciclopedias y demás medios informativos; ahora todo eso y más, lo tenemos en el Internet. Entre mis aficiones está el dibujo y la pintura. Soy un viejo de gustos sencillos; con lo poco que poseo, es más que suficiente. Cuando esta fiesta termine, todo esto me sobrará.
Dejaré mis escritos para que algún nieto o bisnieto los lea y le interese saber quién es el viejo de la fotografía. 



SINOPSIS DE MI OBRA

Tal vez por ser un lector constante y un curioso desde siempre; a muy temprana edad empecé a leer la biblioteca que había en casa, no era muy extensa, lo veo ahora, pero suficiente para un chamaco de quizás ocho años.
Me gustó la mitología griega, que leí en ese entonces y temas de medicina, por los libros revisados en ese tiempo. Siempre he sido imaginativo y ayudó que el regalo de Reyes que más recuerdo fue un libro de cuentos de hadas suizas.
Ya un joven, a los quince o dieciséis años, empecé a escribir cuentos; algunos como reclamos sociales por cosas que veía en las calles y me llamaban la atención y otros fantásticos donde los personajes eran mi mente, mi cuerpo y mi espíritu y me llevaban a viajar a otros mundos o a sitios lejanos en el nuestro. Por desgracia mis escritos de juventud se han perdido. 
Nunca he dejado de leer, aunque la escritura fue esporádica, por mis ocupaciones laborales. Ya en edad madura y al convertirme en abuelo por primera vez, escribí un cuento infantil con un personaje a quien llamé Dondín; un duendecillo que entre sus labores tiene la de cuidar del bosque y todo su medio y de cuidar algún niño que lo verá en tanto el infante crea en el duende. Ese mismo personaje me ha dado tema para 35 cuentos. Tengo escritos alrededor de doscientos cuentos cortos; tal vez veinte de tipo policiaco, con los mismos personajes, emulando a los grandes del tema: Agatha Crystie y Connan Doyle. Once leyendas creadas por mí y pocos de ciencia ficción.
En alguna etapa de mi vida me dio por la poesía y tengo mas de cien. Siempre buscando la rima, aunque desconocía la métrica, hasta fechas recientes en que un poeta español (qepd), me hizo el favor de enseñarme un poco de ello.
Soy autodidacta en la escritura, por lo cual tengo vicios de escritura y también, de a poco y por la generosidad de personas que saben, he ido mejorando lo escrito y cuidando lo que en la actualidad estoy haciendo.




PREGUNTAS


Algo que quiero rescatar pues me parece de suma importancia es que nunca has publicado nada de lo mucho que has escrito y sin embargo eso no te ha detenido nunca. Eso podría ser para algunos un motivo de deserción y no lo ha sido para ti. Me entusiasma mucho platicar contigo pues eres testimonio de que escribir un mucho más que ser conocido siquiera. ¿Cuéntanos por qué nunca te has detenido?

En mi caso, lo hago como un ejercicio mental, además de dar salida a mis creencias y fantasías, considero que los viejos debemos dejar algún testimonio de nuestro paso por la vida y esa es mi forma de hacerlo. Va a la par que mi gusto por la lectura; eso me ha llevado a conocer sitios que jamás tendría oportunidad de conocer. 


Cada uno tiene su razón para escribir y un propósito para hacerlo ¿qué significa para ti escribir?

Significa libertad, en todos sentidos, En tanto me documento para escribir mis historias que se sitúan en sitios desconocidos o trata temas de los que ignoro la esencia de ellos, por ejemplo la medicina, me permite aprender un poco; eso es parte de la cultura general que pretendo adquirir.

¿En qué te inspiras? ¿cómo es que nacen las ideas primigenias en tu mente?

Eso no es sencillo de explicar, tan variados los temas que he escrito, que no puedo dar un solo motivo. En alguna ocasión ha sido mediante un hecho o hechos ocurridos y leídos o escuchados en los medios de comunicación. Por decir algo: Tengo un cuento que titulé La Cristiada; sitúo los acontecimientos en un Estado que, aunque no lo conozco en detalle, sí tiene semejanza con otros lugares en que realicé parte de mi trabajo profesional. O tal vez otro, El abuelo y el Canelo, que desarrollo en un lugar cercano a Salamanca y que sí conocí, aunque nunca he subido a su famoso Cerro Gordo. En fin, uno más, La cirugía, que toca un tema que a muchos no les entra, que es el espíritu que nos anima y que en tanto una chica está siendo sometida a una intervención quirúrgica, presencia desde la altura del plafón, lo que los médicos hacen a su cuerpo. Etc.

Veo en ti un ejemplo de perseverancia pues has ido aprendiendo en el camino y nunca te has detenido por falta de conocimiento. ¿Qué consejo darías a los escritores jóvenes que se detiene ante cualquier obstáculo? ¿Cómo pueden sobreponerse a eso?

Lo que les puedo decir es que, si pretenden ser escritores y no tienen la preparación académica en ese sentido, que lean con intensidad; que mediten en los temas tratados y busquen toda la información que puedan, Internet es tan amplio que de hecho se encuentra todo el conocimiento humano. Que pregunten a quienes sí son escritores, hay mucha gente generosa que no duda en ayudarnos a los que no sabemos. Yo soñaba cuando escribí mi primera novela, que podría vivir dedicado a esta apasionante labor. Un escritor, ya fallecido, José Pérez Chowell, que era mi asesor de seguros y una gran persona, leyó mi escrito y me hizo mil correcciones… ¡¡por página!! Esa fue una inapreciable lección. Cuando terminé mi trabajo, me hizo el favor de enviarla a una famosa Editorial, pero por tratar un tema social y político, me dijo que no eran los tiempos para ese tipo de literatura. (Fines de los 80’s)


¿Cómo es tu método a la hora de crear historias?

Mi método, dentro de mi ignorancia es escribir acerca de algo que me haya motivado a hacerlo. Si van apareciendo muchos personajes, al final de la hoja los voy anotando, lo mismo hago con las notas informativas a que recurro para apoyarla. Hoy sé que el escribir es un primer paso, luego es releer con ojo crítico e ir haciendo las correcciones evidentes. Si consideramos que ya está bien, buscar un Lector Beta y hacer caso a sus sugerencias y correcciones. Todos los que no tenemos la preparación, tenemos vicios al escribir; yo repetía mucho los adverbios terminados en “mente”, la palabra “pues” y alguna otra muletilla. Veo que muchos escriben con faltas de ortografía; eso se corrige leyendo y fijándose y recurriendo a los diccionarios que se encuentran en nuestras manos: El teléfono. Si me topo con una palabra que no me es usual o conocida, la busco hasta quedar satisfecho de lo que estoy leyendo.

¿Qué te ha dejado a ti el escribir?

La satisfacción, muy personal, de que algún día me lea algún nieto o bisnieto y le guste y pregunte quién es el viejito de la fotografía. Me ha dejado la satisfacción de aprender algo que de otra forma hubiera sido difícil: la costumbre de investigar y el vicio de aprender. Mi lema es que cuando deje de aprender es porque ya esté muerto.

¿Cuáles son los escritores que marcaron tus gustos por la literatura?

Agustín Yáñez, Juan Rulfo, José Rubén Romero, Mariano Azuela, Francisco L. Urquizo, José López Portillo y Rojas. Taylor Caldwell, Agatha Crystie, Arthur Connan Doyle, Dan Brown, Gabriel García Márquez, etc.


Cuéntanos alguna anécdota que recuerdes de tu juventud cuando pensabas en crear historias.

En la realidad no pensé en crear historias, sólo me puse a escribir. Tendría 15 años y pensé en mis tres entes: Cuerpo, Mente y Espíritu. Esos fueron mis tres personajes y con ellos hicimos viajes de diferente manera. Cuando iba en el autobús a la escuela, me abstraía del medio y me ponía a escribir en un cuaderno que siempre cargaba.

¿Cuál sería uno de tus personajes literarios favoritos de todos los tiempos y por qué razón?

Nunca lo he pensado, pero tal vez James Bond, por lo intrépido y por las hermosas mujeres que lo acompañaron a salvar el mundo. Tal vez Pito Pérez y quizás por ello tengo un cuento que se divide en tres a o cuatro, es un personaje urbano, diferente a Pérez, que lo es semirural. Un don nadie que vive en las calles, nació en un registro telefónico de una adolescente drogadicta y fue criado por una explotadora de niños que los pone a pedir limosna o a vender en las calles, le llaman Chucho y cierto día le preguntó a la vieja por qué le había llamado Chucho e insolente le responde “Para no llamarte perro” Eso lo motiva a superarse y en cierto día encuentra en un periódico que habla de don Francisco Esquerra y algo, que no recuerdo y le gusta y se propone cambiar, empieza por el nombre y por lavarse en las fuentes públicas, se corta el pelo y acude a un centro de ayuda a desvalidos y le regalan ropa y zapatos. Cambia hasta su forma de andar…

Tus historias dirías que tiene un mensaje recurrente, uno que aparece casi sin querer en varias de ellas, ¿podrías platicarnos cuál es?

No me he dado cuenta, pero tal vez el deseo de superarse. Unos hablan de orfelinato y yo hablo de internados, donde empecé a aprender a ser hombre, honesto, agradecido y acomedido. Sin pena te digo que mis primeros zapatos que recuerdo son unos Non Bush cafés de piel de cerdo, comprados en una tienda de segundas llamado El mexicanito. Mi madre debe haber hecho un gran esfuerzo para adquirirlos.

¿Cuál es el momento que más disfrutas al escribir? ¿La creación de personaje, la ambientación, la trama en sí, la investigación?

Disfruto todo el proceso, desde hacer frente a la hoja en blanco, a la investigación y al desarrollo de la historia. En los policiacos hablo mucho de la lealtad y la honradez, de la limpieza y puntualidad. Todos son momentos gratos.

¿Cuál es la historia que más has disfrutado crear? (Aunque deben ser muchas), ¿cuál ocupa un lugar especial, podrías platicarnos de qué se trata?

Los cuentos infantiles y su personaje Dondín, un duendecillo de las montañas de Guerrero, encargado de cuidar el bosque y a algún humano que le encomiendan. Es que esas historias la escribí pensando en mis nietos. Nueve bendiciones que Dios me dio.

En cuanto a personajes Cuéntanos cuál de tus personajes le tienes más cariño y por qué?

Desde luego a Dondín, por su cuidado con La Vida. Hay un personaje humano… muy humano, Don Nicolás, un viejo sabio de un rancho llamado Benito Juárez, del Municipio de Sombrerete en Zacatecas. La persona es inventada, el lugar existe. La novela se llama “La espera” y el viejo espera la llegada de alguien que en otra vida fue su hijo y al que tiene que transmitir sus conocimientos espirituales…

Cuéntanos sobre las aventurad de Dondín, ¿cuáles son sus deseos, sus miedos, quién es él?

Es un niño duende, no recuerdo si de 75 a 120 años, porque has de saber que los duendes viven miles de años. Sus deseos es mantener el equilibrio ecológico del bosque encomendado y para ello procura el bienestar de la flora y fauna del lugar. En uno de los cuentos estuve presente cuando aprendió las primeras letras. Su maestro Rodón era un buen profesor.

Muchas gracias por esta entrevista, te deseo todo el éxito, fue un gusto platicar contigo. Para terminar, qué consejo darías a nuestros lectores que no se animan a escribir pues alegan no tener el tiempo suficiente o no saben si valdrá la pena hacerlo.

Gracias a ti, Ana, por darme un poco de tu tiempo. Espero que lo que he comentado anime a alguien a escribir. Todos podemos hacerlo. Tengo  un cuento “Año 2075” en que se pide a los viejos que escriban sus vidas para que no se pierda el conocimiento universal, todo forma parte de ella, pero ya no hay papel para hacerlo, entonces andan unos jóvenes con sus tabletas escribiendo esas historias, que después mandan a una organización denominada “Scriptorium”, donde se hace la recopilación y almacenamiento. Las bibliotecas se han perdido con los eventos climáticos y los robos…



Gracias de nuevo
Ana Saavedra


8 comentarios:

  1. Me gusta mucho el entusiasmo ,la importancia que le da a guardar los valores,a adentrarnos en nuestras vivencias ,conocer más de los lugares dónde vivimos, el explorar nuestra imaginación y el hecho de leer,todo en conjunto lo hacen extraordinario. No es fácil y el sigue aprendiendo día con día.

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    1. Grcias por tu comentario, Solamoryplaya, que mejor lugar para vvir que de donde sacas tu nombre. En efecto, los anios me han mostrado que todo puede pasar en la vida, ero los valores nos dan presencia, empezando en la famlia. Leer, escribir y aprender son un todo. En tanto tengamos vida, vivamos con los ojos abiertos. Te mando un abrazo hasta tu playa.

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  2. Sin duda, hay mucho que aprender de su perceverancia, al no dejar de escribir, y mantenerce al día con la tecnología y la información de la vida hoy en día, sin dejar a un lado los valores en cada una de sus escrituras, felicidades le mando un abrazo Apachurradito.

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    1. En ese calido abrazo creo sentir a presencia de un angel muy querido. Gracias por tu comentario y reintegro el abrazo mil veces.

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  3. Un gran ejemplo de determinación y perseverancia. Tengo el honor y gusto de leer sus cuentos cada semana y he de decir que los disfruto mucho.
    Es importante en los tiempos que corren recalcar los valores fundamentales del ser humano,y el cuidado del medio ambiente.
    Gracias Don Sergio por estimular la lectura, por lo menos de quien esto escribe.
    Lo saludo con afecto

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  4. Agradezco al desconocido(a) participante semanal en mi Rincon de cuentos. Es por y para ustedes, mi diario aprender y mejorar en mis historias. Gracias mil.

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  5. Bueno había escrito bastante pero en la cuenta no me dejaba entrar, simplemente agradecerte y felicitarte por esta nota tan merecida.
    Siempre serás un escritor incansable , regalándonos tus letras ,tu sapiencia, tu corazón y tu alma y nosotros quienes debemos agradecidos infinitamente aprendiendo.
    Gracias por ser tan humilde en tu forma de ser y tan grande en tu hacer.
    Saludos desde Uruguay al gran Maestro.

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  6. Ud. es un ejemplo a seguir.
    Tiene otras redes?

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