Para la creación de algo siempre es necesario seguir un esquema previo. En literatura no es la excepción. Un esquema sencillo pero efectivo en la elaboración de relatos es el de la matriz actancial, el cual dictamina, según Greymas, cuáles serán las funciones de los personajes.
La matriz actancial está integrada por:
Sujeto. Es el que realiza la búsqueda a lo largo de la trama de la historia. Busca obtener al objeto. En otras palabras, el sujeto es el protagonista.
Objeto. Aquello que busca el sujeto. Es el objetivo a alcanzar.
Destinador. Es el personaje que tiene una influencia en la historia. Su importancia depende del peso que tengan sus acciones en el destino del resto de los personajes.
Destinatario. El beneficiario de la acción. Es el que obtiene el objeto. Puede ser el sujeto u otro personaje.
Ayudante. Es el que colabora en la obtención del objeto. Sirve de apoyo al sujeto. Puede ser un personaje o una fuerza.
Oponente. Es aquello que dificulta la obtención del objeto. Puede ser un personaje u otra fuerza.
Un ejemplo de cómo se lleva a cabo lo podemos encontrar en cualquier tipo de historia. Por ejemplo, en la historia de Mulán, el sujeto es Mulán pues es la protagonista. El objeto es el honor. El papel del destinador podría estar ocupado por el emperador o el general Shang, pues ambos personajes tienen acciones que ejercen una influencia en la historia y las acciones de la protagonista. El destinatario sería el general Fa, el padre de Mulán, pues es el beneficiario de sus acciones. Como ayudante está el dragón Mushu, el cual es el principal soporte de la protagonista. Como oponente podría colocarse al secretario que se encarga de vigilar al campamento militar donde se desarrollan la mayoría de las acciones pues es el que descubre el secreto de Mulán y la expulsa del campamento, cosa que es un obstáculo para alcanzar su objetivo: el honor para su padre.
Las matrices actanciales representan un apoyo idóneo para aquel que quiera escribir una historia o interpretarla pues le permiten situar las acciones de los personajes de forma clara.
La matriz actancial está integrada por:
Sujeto. Es el que realiza la búsqueda a lo largo de la trama de la historia. Busca obtener al objeto. En otras palabras, el sujeto es el protagonista.
Objeto. Aquello que busca el sujeto. Es el objetivo a alcanzar.
Destinador. Es el personaje que tiene una influencia en la historia. Su importancia depende del peso que tengan sus acciones en el destino del resto de los personajes.
Destinatario. El beneficiario de la acción. Es el que obtiene el objeto. Puede ser el sujeto u otro personaje.
Ayudante. Es el que colabora en la obtención del objeto. Sirve de apoyo al sujeto. Puede ser un personaje o una fuerza.
Oponente. Es aquello que dificulta la obtención del objeto. Puede ser un personaje u otra fuerza.
Un ejemplo de cómo se lleva a cabo lo podemos encontrar en cualquier tipo de historia. Por ejemplo, en la historia de Mulán, el sujeto es Mulán pues es la protagonista. El objeto es el honor. El papel del destinador podría estar ocupado por el emperador o el general Shang, pues ambos personajes tienen acciones que ejercen una influencia en la historia y las acciones de la protagonista. El destinatario sería el general Fa, el padre de Mulán, pues es el beneficiario de sus acciones. Como ayudante está el dragón Mushu, el cual es el principal soporte de la protagonista. Como oponente podría colocarse al secretario que se encarga de vigilar al campamento militar donde se desarrollan la mayoría de las acciones pues es el que descubre el secreto de Mulán y la expulsa del campamento, cosa que es un obstáculo para alcanzar su objetivo: el honor para su padre.
Las matrices actanciales representan un apoyo idóneo para aquel que quiera escribir una historia o interpretarla pues le permiten situar las acciones de los personajes de forma clara.
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