Micrófono Abierto
Jaime Azcárate
(personaje de ficción)
Buen día queridos "anaquelistas" en esta ocasión les traigo una entrevista exclusiva y de la que estoy personalmente muy orgullosa. Verán, hace poco el portal de internet Amazon, organizó el primer "Concurso para autores independientes 2014". La novela ganadora fue "La mirada de piedra" de Jorge Magano. Pero hoy no quiero concentrarme en el autor, sino en el personaje responsable de esta aventura; Jaime Azcárate. Así que después de sortear algunos obstáculos, aquí tienen para que disfruten y conozcan su vida de su propia voz.
Jaime Azcárate bienvenido a esta
entrevista. Es la primera vez que tengo la oportunidad de platicar con un
personaje de novela así que agradezco de antemano tu disposición y los
problemas que hayas tenido que enfrentar para estar el día de hoy aquí y platicarnos
acerca de tu vida.
Tengo entendido que eres
licenciado en historia del arte, pero además te apasiona el periodismo. ¿Cómo,
cuándo, a raíz de qué, surge en ti la idea de mezclar estás dos actividades?
Hola, es un placer estar con
vosotros. Problemas, ninguno. Pasado mañana me marcho a Tánger por temas de
trabajo, pero aún tengo un ratito para contestar gustoso a vuestras preguntas.
La culpa de la Historia del Arte
la tiene mi padre, el catedrático Fernando Azcárate, que desde hace ya tres
décadas imparte clases en la facultad de Geografía e Historia de la Universidad
Complutense de Madrid. Desde pequeño me tuvo girando por el mundo y enseñándome
todas las maravillas artísticas que hay por ahí, y eso hizo que la pasión por
las obras y las culturas antiguas calase pronto en mí. La otra influencia -la
del periodismo- vino por un hermano de mi madre bastante mal considerado en la
familia. Era una especie de periodista trotamundos bastante libertino y
desvergonzado. Siempre me hizo gracia su modo de vida, aunque mis padres
intentaron por todos los medios que no me pareciera a él. Sobra decir que
fracasaron. Eso, unido a mi innata curiosidad por casi todo, me llevó a elegir
el camino del periodismo y la divulgación antes que la senda académica (que,
sinceramente, siempre me ha parecido un latazo).
Es interesante saber que la
familia influyó directamente en tu vida. Aunque ahora tus profesiones te
han llevado a viajar por el mundo y vivir aventuras dignas de la pantalla
grande. ¿Te consideras una persona hogareña? ¿Visualizas tu futuro al lado de
una señora Azcárate?
Por otro lado, tu interés
personal en la revista Arcadia, supongo se debe en parte a tu trabajo como
reportero. Pero, ¿por qué esa revista precisamente, qué hay en ella para que la
consideres tan importante?
No, la verdad es que de hogareño
no tengo nada. Se me cae la casa encima si paso en ella más de veinticuatro
horas. Además, el término hogar para mí es muy relativo. Hay muchos lugares del
mundo que considero como mi casa (y algunos no tienen ni siquiera techo). Soy
feliz callejeando por las ciudades, o durmiendo en un saco en la montaña o el
desierto o explorando pueblos perdidos o desconocidos, que no necesariamente
tienen que estar muy lejos de casa. En cuanto a una futura señora Azcárate,
creo que aún no la he conocido. Tampoco tengo prisa. Y estoy seguro de que ella
tampoco.
Mi interés por la revista Arcadia
es profesional, pero también sentimental. Empezó siendo una modesta publicación
que, con más talento y trabajo que medios, sacábamos adelante en la asociación
universitaria del mismo nombre que montamos un grupo de amigos en nuestra época
de estudiantes. Más adelante, la presidenta de la asociación, mi gran amiga
Laura Rodríguez, fue elegida por el Centro de Investigaciones Históricas para
dirigir una revista de divulgación especializada en arte e historia que ella
decidió bautizar con el mismo nombre. En 2006 me incorporé como encargado de la
sección Misterios del Arte y desde entonces es mi medio de subsistencia aparte
de un modo de desarrollar mis inquietudes como periodista y como historiador.
Muchas gracias por responder a
una pregunta tan personal y un poco fuera de lugar. Pero estoy segura que
muchas de las féminas que siguen tus aventuras y publicaciones, tenían interés
en saber esa respuesta.
Por otro lado, misterios del
arte. Eso es realmente tu pasión.
¿qué nos puedes contar sobre el
templo de Filé, y todo lo que te llevo a vivir su investigación? (para los
interesados esta recopilado en "La Isis dorada")
Hablar del templo de Filé es
hablar del último refugio de la religión egipcia antes de que su culto fuera
prohibido por el emperador Justiniano en el siglo VI. Sin embargo, la adoración
a la diosa egipcia Isis se ha perpetuado de manera más o menos clandestina a
través de los siglos. Tuve ocasión de comprobarlo durante las navidades de
2006, el mismo año que ingresé en la revista Arcadia y empezaron a pasar cosas
raras en Madrid: tiendas de reproducciones egipcias saboteadas, imágenes de la
Virgen pintadas de rojo, y una guerra declarada entre cristianos y paganos.
También tuve la suerte de conocer a Ingrid, una mujer increíble con la que viví
todo tipo de aventuras. Nuestra investigación alcanzó su punto álgido en el
templo de Debod, el santuario egipcio más grande fuera del país del Nilo. Fue
mi primera gran odisea como colaborador de Arcadia y está íntegramente recogida
en la novela "La Isis dorada", escrita por otro historiador del arte
llamado Jorge Magano que se ha convertido en una especie de biógrafo oficial.
Por cierto, eso que cuenta de que me aparecí en sus sueños pidiéndole que
contara mi vida es mentira. Una licencia romántica de escritores cursis.
Lo que nos cuentas sobre esta
aventura parece en verdad apasionante, no preguntare más detalles al respecto
para invitar a todos los interesados a conocerlo personalmente en las páginas
de "La Isis dorada".
Solo permíteme preguntar algo,
¿te cambio de algún modo ésta primera investigación, que en realidad podemos
catalogar de aventura?
Por otra parte, te confieso que
pensaba dejar el tema de Jorge Magano para el final. Pero ya que lo has
invocado te pregunto. ¿Qué opinión te merece? ¿Por qué él precisamente para
recopilar tus historias? ¿Será que tienen más similitudes que la profesión y el
amor a la misma?
Me cambió, sí. Por un lado
afianzó mi posición en Arcadia (creo que hasta entonces, mi jefa Laura
Rodríguez no confiaba demasiado en mis dotes periodísticas), y por otro me
ayudó a salir de una etapa complicada, en la que estuve a punto de perder la
buhardilla y la independencia. Hubo también cambios emocionales más profundos,
pero prefiero no hablar de ellos. Además, están en el libro.
En cuanto a Jorge Magano, me cae
bien porque tenemos inquietudes parecidas (el arte, el periodismo, la música de
cine, los lugares bellos y polvorientos...) Siempre quiso ser escritor, pero
hay que reconocer que no levantó cabeza hasta que empezó a publicar mis
andanzas. Hasta le han dado un premio y todo. Supongo que algo de mérito tendré
en todo esto.
El tema del premio lo dejamos
para el final, que es además uno muy importante y no exento de polémica.
Me gustaría que nos platicaras
sobre la búsqueda el talismán sagrado. Y aunque sé que toda la aventura está
disponible en "Donde nacen los milagros" sé que tu vida estuvo en
peligro en varias ocasiones, debido a varios enemigos que encontraste en el
camino.
¿Cómo es que no temes por tu vida
y pareciera que vas en busca del peligro?
Lo del "talismán
sagrado" como usted lo llama fue, en efecto, una aventura complicada. Todo
empezó cuando me enteré de la muerte de un profesor chalado con el que había
compartido alguna escapada. El tipo había aparecido flotando junto a un ala
delta en el río Duratón, cerca del priorato de San Frutos, un lugar mágico
lleno de leyendas relacionadas con santos eremitas que desafiaron a los moros
en el siglo VIII. Cuando me puse a investigar descubrí una complicada trama de
sectas gnósticas y objetos sagrados que incluían algunos tesoros procedentes
del templo de Salomón de Jerusalén. Hubo que descifrar manuscritos antiguos,
relieves de piedra y salir por pies en más de una ocasión. También conocí a una
mujer muy especial, Pilar Yagüe, y a un tipo gordo y entrañable llamado Roberto
Barrero de quien, contra todo pronóstico, acabé haciéndome muy amigo. Hasta el
punto que ahora es mi instructor de tiro.
En cuanto a lo otro, temo por mi
vida como el que más, pero tengo más miedo a envejecer y marchitarme sin haber
vivido las experiencias suficientes. Si un enigma me susurra al oído o alguien
necesita mi ayuda, no dudo en acudir. Intento tomar todas las precauciones y
sopesar los peligros, claro, pero como mi amigo Roberto me dijo en una ocasión,
sólo hay una cosa acerca de la seguridad que es necesario saber: que no existe.
No es necesario el tratamiento de
"usted". Siempre he pensado que los personajes de novela son tan
cercanos al lector que bien podemos obviar esos formalismos. Máxime teniendo en
cuenta esta plática tan reveladora.
Otro aspecto que me gustaría
tratar durante esta entrevista es el siguiente.
El buen humor es algo que
distingue a "Jaime Azcárate" entre sus conocidos y seguidores.
Seguramente va ligado a su
filosofía de la vida.
¿Podríamos conocer un poco sobre
la misma y cómo se relaciona con esa personalidad tan característica?
Este es un tema extraño. Algunos
lectores de mis aventuras aseguran haber tenido ataques de risa mientras leían.
Otros, más moderados, dicen haberse reído o sonreído de vez en cuando. Pero eso
no debe confundirse con mi sentido del humor, sino por el modo en que los seres
humanos interpretamos las desgracias ajenas. Digo esto porque se da la
circunstancia de que los que se han reído con los libros lo han hecho sobre
todo en pasajes en los que mi vida corría peligro. ¡A ver qué gracia tiene eso!
Pero es que la esencia de la comedia es la tragedia. Uno no se ríe de un hombre
que es feliz el día de su boda, sino del que tropieza con la tarta o ve cómo su
prometida se fuga con un orangután antes del "sí, quiero" (es un
ejemplo muy malo, pero creo que explica bien lo que quiero decir). Me gustaría
pensar que se ríen porque en el fondo saben que no me va a pasar nada y voy a
volver para contarlo, pero no sé, la gente es muy cruel. Por otro lado sí que
es cierto que soy una persona apasionada y optimista que se enfrenta a la vida
con una sonrisa, por peligrosas que sean las circunstancias. Esto tiene una
doble función: desmontar al enemigo, que no sabe de qué se ríe el imbécil al
que está a punto de acribillar, y autoinsulflarse ánimo para salir del problema
con las mayores garantías. Y hay una tercera: si te van a matar, al menos salir
feliz en las fotos.
Bueno me estas haciendo reír a
mi, y eso que solo por tu respuesta.
Siguiendo con las preguntas. ¿Nos
puedes hablar sobre tu trabajo de fin de carrera? "La maldición de Medusa".
Eso es algo de lo que me cuesta
hablar, me remueve demasiado (los héroes de acción también tenemos nuestro
corazoncito). Además, no es exactamente así. En segundo año de carrera me
encargaron un trabajo sobre mitología en la escultura barroca italiana, pero
como siempre he ido un poco a mi aire me encontré con que no tenía tiempo para
hacerlo. Entonces alguien me ayudó (no quiero entrar en detalles). Ese trabajo
incluía un busto de Medusa esculpido por un artista llamado Andrea Bolgi. Y
años después, trabajando ya en la Revista Arcadia, recuperé esta escultura para
un reportaje que titulé "La maldición de Medusa". Mis razones tenía,
aunque no sospechaba que la historia volvería con fuerza en octubre de 2013
para golpearme donde más me podía doler. La historia completa está recogida en
"La mirada de piedra", la última de mis aventuras hasta la fecha.
Sólo adelanto que, si querías mantenerte vivo, era mejor no acercarse mucho a
esa escultura.
Después de escuchar atentamente
estas respuestas estoy segura que muchos como yo, tenemos una cita con cada una
de las novelas que las guardan. Definitivamente debemos agradecer a Jorge
Magano que haya tenido el tiempo de recopilarlas. (Aunque él debe ser el más
beneficiado, pues como es sabido, tu última aventura le valió el codiciado
premio literario de Autor Indie de Amazon)
¿Cómo ha repercutido esto en tu
vida? ¿Sabías que tu aventura estaba postulada en ese concurso? ¿Qué opinión te
merece? Y sobre todo... Jorge ha hecho algo para compensarte, finalmente él se lleva
el crédito completo...
El mayor premio de un personaje
de novela (esto me hace gracia, porque yo antes que eso era persona) es que la
gente conozca sus andanzas y disfrute y aprenda con ellas. En ese sentido, el
galardón que ha obtenido Magano me satisface enormemente, no sólo porque ahora
mis aventuras han aparecido en los medios de comunicación, sino porque se me
abre un nuevo camino en otros idiomas (me pregunto cómo pronunciará mi apellido
un lector de, pongamos, Arizona). La verdad es que no tenía ni idea de que
Magano pensaba presentar esta historia a un concurso. Nunca me lo dijo, pero no
le guardo rencor. Yo tampoco le tengo a él en cuenta para preparar mis
escapadas, de manera que al final es él quien tiene que adaptarse a mí.
A nombre de Anaquel Literario, te
agradezco el tiempo que dedicaste a responder estas preguntas y, la paciencia
que le tuviste a esta lectora voraz que, de serle posible se metía en todas las
novelas a su paso para entrevistar a sus personajes protagónicos.
Por fortuna fuiste tú el primer
personaje que me permite romper esa "cuarta pared" y conocer la
historia en primera persona, es algo de lo que estaré siempre agradecida.
Pero antes de despedirte y
desearte mil aventuras más, tengo que preguntar algo que ronda mi mente desde
el comienzo de esta entrevista.
¿Podemos saber un adelanto sobre
los "temas de trabajo" que te llevan a viajar a Tánger? Será acaso el
comienzo de una nueva aventura...
El placer ha sido todo mío. No
suelo prestarme a este tipo de cuestionarios, pero la ocasión lo merecía. Toda
la promoción que la novela de Magano pueda obtener es buena para mí y, quizás,
para la revista Arcadia (esto me lo apunta mi jefa Laura Rodríguez, que no
pierde ocasión de darse bombo).
En cuanto a mi viaje a Tánger, en
principio es para relajarme y desconectar unos días. Aunque eso mismo dije
aquella vez que decidí desplazarme a un tranquilo pueblo de Soria y me encontré
con todo lo que se narra en "La mirada de piedra". Espero volver con
menos cicatrices esta vez, aunque no puedo asegurarlo.
Ana Saavedra
Como siempre genial Jaime Azcárate. Enhorabuena Ana por esta magnífica entrevista.
ResponderEliminarUna muy completa e interesante entrevista Ana, felicidades. No es nada fácil conseguir que un personaje (y menos el principal) te conteste y menos con la amabilidad y cortesía conque te ha contestado el señor Jaime Azcárate.
ResponderEliminarNo sé si puedo aprobar el tono con el que se ha referido a mí, pero reconozco que ha sido una entrevista honesta y sincera. Tengo el honor de conocer a Jaime Azcárate desde hace muchos años y os puedo asegurar que es exactamente como se ha mostrado. A veces se vuelve un poco loco y hace cosas que pondrían los pelos de punta a un amaestrador de ladillas, pero en general es un buen tipo. Si queréis conocerlo mejor buscadlo por Amazon o haceros con su última aventura, "La mirada de piedra"; en librerías a partir del próximo martes. Ah, y gracias a Ana Saavedra de Anaquel Literario por tratármelo tan bien.
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